La venganza de las cebollas

Hace años, pero muchos años, en una pequeña granja de la villa más fértil, del mundo llamada Campo Verde, vivía  un agricultor anciano, más o menos de unos 80 años que se encontraba triste y con dolor en el alma. Este trabajaba día y noche cuidando y vigilando su gran huerta, donde cultivaba numerosos productos como: repollos, lechugas, zanahorias, papas, entre otros. El granjero se encontraba totalmente sólo  y eso lo hacía sentir muy triste. Un día cuando el granjero estaba labrando sus tierras, encontró una  semilla que nunca en su vida había visto y se propuso cultivarla, espero y espero para ver que maravilloso fruto surgía de tan hermosa semilla. Pasaron los días y el granjero cuido la semilla, hasta que un día le semilla  empezó a crecer en busca de un poco de sol, el granjero se sentía feliz por su logro y cada vez la semilla se sentía más segura al lado del anciano hombre. La semilla creció hasta volverse una grande y jugosa cebolla, con un gran afecto hacia el granjero, aunque el aprecio del anciano por la cebolla era solo de verla en un delicioso platillo. Un día cuando la cebolla ya estaba más grande, el granjero, la arrancó de sus tierras y la llevo hasta su cocina; la pobre cebollita se encontraba triste y atemorizada, cuando vio al granjero acercarse con un gran cuchillo y la rebano en pedazos. La cebolla con pocas fuerzas, juró que todo no quedaría  así,  que en venganza  a los hombres, cada vez que cortaran una cebolla, la persona que lo hiciera lloraría... Y así ha pasado hasta el día de hoy. Por eso cuando partes una cebolla lloras... Esa es la venganza de las cebollas... 

basado en el cuento de Manuela García,  primero, Alicia Diez.

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